El siguiente reportaje fotográficos se realizó el pasado día 7 de febrero en la sede del Elx Club Bonsái.
Se trata de un pino carrasco cuyo propietario es Carlos Javier Beltrán, autor del trasplante,el cual lo viene cultivando desde semilla durante 12 años.
Como podéis apreciar en la foto el estilo que ha dado Carlos a este pino es Shankan (Tronco Inclinado)
En este estilo, el tronco nace inclinado desde el suelo. El tronco puede o no tener curvas. La característica principal que nos hace encuadrar un árbol dentro de este estilo es que, si trazamos una línea vertical desde el ápice hasta la base, esta línea no pasará por la base del tronco, sino fuera de él. Es uno de los estilos en los que la posición de las ramas tiene más importancia, puesto que de su ángulo de inclinación depende el que el árbol nos dé o no, sensación de equilibrio.
La maceta del bonsái no es solo un contenedor que se usa para que crezca el bonsái, es una parte muy importante que complementa al árbol, dándole así una composición final para que sea satisfactoria estéticamente.
Cuando se selecciona una maceta para bonsái debe ser para el árbol entrenado. Nunca seleccionar primero la maceta y luego entrenar el árbol para que armonice con la misma.
En este caso Carlos a elegido para su bonsái una bandeja redonda.
Los colores aceptables para la mayoría de bonsáis son el marrón, el gris o el terracota.
Prepararemos el tiesto situando unas rejillas sobre los agujeros de drenaje. Esto es para evitar perder la tierra por estos agujeros a la vez que seguimos teniendo un drenaje adecuado.
Además prepararemos unos alambres pasando por los mismos agujero, a no ser que la maceta ( como es en este caso ya lleve agujeros específicos para este fin ) esto nos permitirán fijar el árbol a la maceta y facilitarán su arraigo evitando movimientos que podrían romper las nuevas raíces frágiles.
Al fondo del tiesto pondremos una capa de drenaje constituida por grano grueso , en este caso de akadama, también se puede utilizar grava volcánica o de la misma mezcla.
Después haremos una pequeña colina con el sustrato ya preparado, con grava volcánica y akadama de tamaño pequeño.
Una vez preparado el tiesto, le llega el turno al árbol
Es muy importante eliminar la tierra vieja pero sin abusar, el pino necesita para su supervivencia de los hongos micorriza. Para esta operación nos ayudaremos de un desenrrollador de raíces e incluso de palillos de bambú finos. Peinar las raíces, haciéndolo en dirección del tronco hacia fuera.
Esta vieja tierra está llena de los hongos micorrizas que el pino necesita para su supervivencia. Recuerda que si no las pones, pueden pasar hasta 2 años antes de que haya suficientes micorrizas de nuevo en el nuevo suelo y el pino esté contento otra vez.
Aprovecharemos este momento para eliminar raíces muertas o dañadas y corregir la dirección de las mal orientadas.
Eliminaremos las raíces que crezcan del fondo hacia abajo, favoreciendo las que lo hagan lateralmente. Este es un momento muy importante para la formación del NEBARI, ya que sólo tenemos ocasión de hacerlo cada varios años.
Para corregir la posición de las raíces nos ayudaremos con rafia o alambre
Se recortaran las raíces de acuerdo con la forma y tamaño de la maceta.
Colocaremos el árbol sobre la colina, con unos ligeros movimientos procuraremos que la tierra quede bien en contacto con las raíces.
Nos ayudaremos con palillos, para rellenar todos lo huecos entre las raíces.
Elegiremos muy bien la posición de plantado ya que una vez hecha la operación no volveremos a hacerlo al menos en dos años.
Ataremos el árbol con los alambres que habíamos preparado.
Y acabaremos de llenar de tierra.
El autor con su trabajo concluido.
Gracias Carlos